Me ha sorprendido gratamente Andrés Amorós con su entrevista a Pepe Luis Vázquez en su casa sevillana. Mi torero desde mis primeros pasos por los tendidos de la plazas de España siempre fue Pepe Luis hasta llegar a cumplir el sueño, ya en los 50 del siglo pasado, de firmar en El Ruedo la crónica de la corrida celebrada en El Escorial, una de las últimas antes de que Pepe Luis retirara definitivamente tras la cogida de su hermano Antonio en Valencia. Aquel día, Pepe Luis toreó al natural con el pincho del estaquillador hacia adentro, sin los vuelos de la muleta. Yo creo que el de San Bernardo, entre otras muchas cosas, ha sido el torero que mejor ha cogido la muleta con la mano izquierda, con el dedo gordo sobre el palillo y los otros cuatro restantes extendidos como nervaduras de una hoja de franela. Toda la savia del sabio artista a lo largo y ancho del primoroso engaño. Hace Pepe Luis un juicio sobre varios toreros y dice de Antonio Bienvenida que fue la quintaesencia de la naturalidad. De Paco Camino que le decía a su hijo cuando empezaba a ser torero que se fijara en el de Camas, en su colocación, en las distancias, en el sabio concepto del arte de lidiar a un toro. Camino ha dicho muchas cosas buenas en una publicación reciente y también ha enjuiciado a diversos toreros. A Antonio Ordóñez, por ejemplo. Pepe Luis y Camino han sido toreros y aficionados, de los que yo llamo buenos aficionados, no seguidores acérrimos de un solo torero.
Andrés Amorós acierta en el análisis y estudio del toreo, pero no creo que esté preparado para la lucha cruenta de la crónica de cada día. En ese sentido, me parece que ha acertado "El Mundo" y se ha equivocado "ABC". Y eso que en Vocento está el mejor crítico taurino - toro y torero - de la actualidad.
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Estoy de acuerdo en lo que dices de que un buen afcionado no puede serlo sólo de un torero, tiene que ser capaz de disfrutar de lo bueno de cada uno
ResponderEliminarIgnacio Bentura