Le llamo
maestro pero es algo más: doctor en Ciencias de la Información. Y “fue
cocinero antes que fraile” porque estuvo
en la Escuela Taurina
de Madrid y hasta debutó con picadores en Las Ventas. Luego se inclinó por el
periodismo y ahora es el director de la revista “6TOROS6”. Y desde esa su tarea
profesional realiza algo que no es muy habitual en este mundo de la
información: enseñar. José Luis desde su relevante y comprometido heraldo se
interesa exclusivamente por la información y la enseñanza que por los chismes y
los ecos sociales. Y, además, publica una excelente obra que titula EL TOREO
FUNDAMENTAL (Historia, técnica y estética de las suertes del toreo) y que
curiosamente ha sido editada por “Edicions Bellaterra” de Barcelona, un libro
de gran formato, a cuyo texto explicativo acompaña una amplia información
gráfica. José Luis Ramón ya publicó hace años “TODAS LAS SUERTE POR SUS
MAESTROS”, donde estos daban razón de estos por la interpretación de cada uno
de sus lances de la lidia. Ahora justifica su incursión en este campo de la
didáctica torera con la presencia de dos toreros renovadores: José Tomás y “El
Juli”. Al primero por su forma de interpretar las manoletinas y las chicuelinas
y a “El Juli” por su largas con el capote. Pero en las 254 páginas del libro
hay ocasión de enterarse de casi todo lo que tiene relación con al arte y al oficio de torear.
El primer
capítulo se refiere a “Apuntes sobre la técnica del toreo”: cruzarse, ganar o
perder pasos, las distancias, adelantar la muleta, meter el pico, ligar en
redondo cuando antes no se giraba sobre los pies para enlazar los pases, era
natural y cambiado, la profundidad y vaciar la embestida como remate del
embroque inicial. O sea, lo de parar templar y mandar. El toreo de frente o de
perfil, cargar la suerte y torear a pies juntos o con el compas abierto, los
toques, las alturas de los engaños o codillear. Codillear es torear con al codo
pegado al cuerpo. Antiguamente este era un defecto muy repetido entre los
toreros novatos, ahora parece que los principiantes lo tienen todo aprendido y
es más frecuente que escupan las embestidas antes que reducir espacios. Hay
toreros que hasta se regodean con el codilleo y proporciona a su intérprete una
especial cualidad emocionante y artística que se transmite al público.
En el
capítulo “LA VERÓNICA ,
HISTORIA DE UN MILAGRO”, José Luis hace su lista de favoritos: Antonio Montes,
Juan Belmonte, Joaquín Rodríguez “Cagancho”, Luis Castro “El Soldado”,
Victoriano de la Serna ,
Fernando Domínguez, Mario Cabré, Pepe Luis Vázquez, Antonio Ordóñez, Rafael de
Paula, Curro Romero, Curro Vázquez y Fernando Cepeda. Hay muchos más, claro
está. Yo no me olvidaría de “Curro Puya” y de Manolo Escudero y hasta de un
sevillano, Antonio Gallardo, que hubiera sido figura del toreo si la lidia se
hiciera solo con el capote. Y la media verónica para Juan Belmonte. Luego
“Antoñete”, Antonio Bienvenida, Juan Posada y todos los citados como intérpretes de la verónicas. Antonio
Ordóñez y su media de rodillas inmortalizada
por Arjona y fundida en bronce por Pablo Ignacio Lozano.
Otro espacio
lo dedica Ramón a las largas. Quizá en estos momentos se den casi
exclusivamente largas cambiadas de rodillas “a porta gayola” o junto a las
tablas y en alguna ocasión una larga de remate de una serie de lances, pero la
larga cordobesa o de Lagartijo o las de los subalternos Pepe Miguelañez, “El
Boni”, Chaves Flores o “Tito de San Bernardo” se han quedado para el recuerdo.
Claro que en estos momentos no hay subalterno por importante que sea que se
encargue de torear al toro de salida y son muy pocas las oportunidades que
tienen estos toreros para mostrar sus virtudes capoteras. Hace unos años, en
San Isidro, se concedía un premio al torero que mejor interpretara este lance.
Ahora quedaría desierto.
Revoleras ,
afarolados y la polémica gaonera, lance de frente por detrás ( el torero de
frente y el capote por la espalda), de costado por detrás (de costado el torero
y el capote a la espalda) y por detrás y de espaldas (el copote a la
espalda y el toro por detrás). De este
último lance habla “Pepe-Hillo” en su “Tauromaquia”, pero lo primera estampa
conocida es la de Pedro Romero pintado por Goya en una de las hojalatas
conocidas como de Cean Bermúdez. Otra posterior es el grabado que Lake Price le
hizo a “Paquiro”, mientras en el siglo
XX era el mexicano Pepe Ortiz el que la incluía en su llamado “Quite de Oro”,
mientras que en estos tiempos yo solo recuerdo en lances similares a Julián
López “El Juli” en la citada
como“escobina” y a Joselito Adame. “Pepe-Hillo” dice que el remate es
girando los pies al revés del viaje del toro. O sea como una chicuelina
invertida. También se decía que era lance al que se apodaba “la aragonesa”, por
lo que yo deduje que dado que en aquellos tiempos no había torero aragonés de renombre
desaparecido “Martincho” de los ruedos hacia 1764, el que transmitió la suerte
a Pedro Romero y “Pepe-Hillo” fue el mismísimo Goya. A Cayetano Sanz le
retrataron en un lance al costado y por
detrás. ¿Pudo ser la primera especie de gaonera?
La rogerina
(Victoriano Cuevas Roger “Valencia”), la saltillera (Armillita), la caleserina
(Alfonso Ramírez “Calesero”), la mariposa (Marcial y Luis Miguel) y la
chicuelina (Chicuelo). El toreo de capa es rico y variado y, además, no tiene límite en el número ni en
sus intérpretes.
Suerte de
varas tan modificada. Cuando se impuso el peto protector en la Dictadura de Primo
Rivera algunos aficionados dijeron que se acababa la fiesta. Es todo lo
contrario, pero es cierto que ese peto ha hecho casi desaparecer a la llamada
“víctima de la fiesta” y aquella emoción que representaba la lucha del toro y
el caballo y el riesgo de los picadores. Vaya lo uno por lo otro. Banderillas,
la última novedad, “el par del violín”, imitación del que se hace a caballo con
los palos reunidos y sin cuadrar en la cara del toro que, para mí, es lo más
importante, no correr ni saltar, salir andando de la suerte, los pases más
fundamentales, suerte natural o contraria, naturales o cambiados, el forzado de
pecho los de adorno, los estatuarios, trincherazos, lasernina luego manoletina
y en cierta ocasión la montalvina a causa de la actuación del Madrid que se harto de dar manoletinas en un
festival, la bernardina de Joaquín Bernadó, la muleta y la espada en el lado
contrario que la manoletina.
Y para
rematar, la estocada. La foto de Camino que le hizo Cuevitas en Bilbao: ¿La más
perfecta? No lo sé. Al menos, magnífica. Recordar a Rafael Ortega y hace poco a
Uceda Leal. Y hoy a Manzanares hijo. Mata muchos toros bien y algunos en la
suerte de recibir en la que era maestro Pepe Bienvenida.
Bueno , esto
es un leve apunte de todo lo que cuenta en su libro “ELTOREO FUNDAMENTAL” de
José Luis Ramón. Yo solo he bocetado lo que puede encontrar en esta magnífica
obra el buen aficionado a los toros.
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