viernes, 1 de agosto de 2014

CURIOSIDADES ZARAGOZANAS IV

LAS ALTERNATIVAS OTORGADAS EN EL COSO DE PIGNATELLI

Hay que plantear primero la cuestión ceremonial  de la concesión de alternativas (alternar) que necesita de unos requisitos preestablecidos que no tienen fecha fija de entrada en vigor. ¿Cuándo se consumó semejante parafernalia por primera vez en la plaza de toros de Zaragoza? En realidad y con el desarrollo determinado de la cesión de trastos, muleta y espada,  por parte del matador ya consagrado y de mayor antigüedad al aspirante al doctorado torero, la primera alternativa se concedió en esta plaza el 2 de abril de 1893 y su beneficiario fue Francisco González Faico, sevillano que formó pareja con Minuto, de manos de Rafael Bejarano Torerito y con la compañía de Antonio Arana Jarana, que, por aquel entonces, estos terceros espadas no eran mencionados como testigos de tal primera alternancia. El caso es que la alternativa de Faíco había estado anunciada antes en Madrid pero, como hubo de posponerse su tránsito del escalafón novilleril al superior por culpa de la lluvia en un par de oportunidades, se decidió al fin que tuviera lugar en la plaza de Zaragoza, en la plaza que se presume que antes alternaron con matadores de toros Antonio Ebassun  Martincho, puede que su padre Martín, algún sucesor del de Farasdués, uno apodado El Carretero que actuó en Zaragoza el 15 de octubre de 1789, y, a mediados del siglo XIX, Manuel Pérez Gil Relojero y Joaquín Gil Peiré Huevatero, protagonistas de la trágica corrida del 26 de octubre de 1862, en la que este último resultó  herido mortalmente. No hay duda de que Huevatero era un torero arrojado y voluntarioso y que Relojero tenía un más amplio bagaje artístico y profesional, que había actuado en la plaza de Madrid y en Francia, en donde se recordaba que en un festejo había matado cinco toros de otras tantas estocadas. No conozco muchos nombres más de aragoneses que pisaran los ruedos hasta finales del siglo XIX con alguna relevancia. Bueno, para ser más preciso, no conozco ninguno. Tuvo que llegar Nicanor Villa Villita, que, por otro lado, no tomó la alternativa en Zaragoza, como tampoco la tomaron en la capital aragonesa los paisanos Emilio Gabardo Lizanda Gabardito, de Mora de Rubielos, en Lima, Perú; Villalta, en San Sebastián; los Nacional, Ricardo en Madrid y Juan en Oviedo; Florentino Ballesteros, en Madrid; José Moreno Morenito de Zaragoza, dos veces, una en Calatayud y la otra en Tarazona de Aragón; Gitanillo de Ricla,en Santander; Lagartito, en Barcelona como Silvino Zafón Niño de la Estrella; Pedro Lázaro Obón, en Caracas; Paco Bernad, en Nimes y Antonio Giménez Faraón, en Barcelona. Gabardito, Lázaro Obón, Faraón y Bernad no figuran en las listas de matadores de toros aragoneses aunque, como es notorio, recibieron tal distinción. De la de Faraón cuento con un cartel de Roberto Domingo, día 16 de agosto del 1937 (¿?), 4’30 de la tarde, pase de muleta de recorte, toro berrendo en negro capirote, sombrero a la pezuña del toro, Plaza de Toros Monumental barcelonesa en festejo organizado por la Unión de Picadores y Banderilleros de toros de la región de Cataluña y a beneficio de la suscripción abierta a favor de la milicias antifascistas y hospitales de sangre. En el ángulo superior derecho, una estrella de cinco puntas con la hoz y el martillo en su centro. Anunciado un gran concierto y seis toros de Angoso que lidiarían Pedro Basauri Pedrucho, Francisco Royo Lagartito, Curro Caro, Aurelio Puchol Morenito de Valencia, Suarez Merino, de Sevilla, y Antonio Giménez Faraón, de Zaragoza.

La segunda alternativa zaragozana con ceremonia, la de Manuel Mejías Rapela, Bienvenida por su lugar de nacimiento pacense, el día 14 de octubre de 1905 cuando José García Algabeño le cedió al luego conocido como Papa Negro la muerte del toro Huidor de Benjumea con la presencia de Lagartijo Chico. El primer aragonés doctorado en Zaragoza, Joaquín Calero Verdejo Calerito, el 14 de octubre de 1910  y de manos de Vicente Pastor, que le entregó los trastos de matar para que se enfrentara a  Vinatero, de Miura, y con la compañía de Rafael Gómez El Gallo. La cuarta, la de Eladio Amorós Cervigón, al que se  le conocía como El Chico de la Revoltosa, no por la famosa zarzuela sino por una zapatería que le familia tenía en Salamanca y a la que le pusieron tan efervescente nombre, gaseosa La Revoltosa. Fue el 13 de octubre de 1928, con la autoridad de Manuel Jiménez Chicuelo y el testimonio de Nicanor  Villalta. Al año siguiente, otro Manuel Mejías, hijo del Papa Negro, con 16 años y el toro Mahometano que le autorizó a estoquear Antonio Márquez, el rubio como la cerveza de Concha Piquer, suegro de Curro Romero. Era de la ganadería de Antonio Flores, el testigo, Paco Royo Lagartito, y la fecha, el 30 de junio de 1929.

El segundo diestro aragonés de esta relación de toreros doctorados en Zaragoza fue Antonio Labrador Pinturas. Fecha: 11 de junio de 1933. Toros de Arturo Sánchez Cobaleda y los diestros Luis Fuentes Bejarano y el mexicano Jesús Solórzano. Y los siguientes doctorados hasta nuestros días, aragoneses y foráneos:

Francisco Cester Muro Paco Cester, de Zaragoza, el 5 de mayo de 1940, con toros de José de la Cova y Luis Gómez El Estudiante y Jaime Pericás.

Luis Mata Fransoy, de Zaragoza, el 5 de mayo de 1946, el toro Estanquero de Pérez de la Concha, con Aurelio Puchol Morenito de Valencia y Domingo Dominguín.

José Vicente Torres Bello Joselito Torres, venezolano, el 14 de octubre de 1952, el toro Bigote, de Concha y Sierra, cuya muerte le cedió Rafael Ortega con la presencia testimonial de Antonio Ordóñez y Juan Posada.

José Mari Recondo, de San Sebastián, el 19 de mayo de 1955. Antonio Bienvenida le cedió los trastos para matar el toro Mallorquito, de Atanasio Fernández, en  presencia de Chicuelo II.

Jaime Ostos, de Écija, Sevilla, el 13 de octubre de 1956, toros de Antonio Urquijo y la compañía de Miguel Báez Litri y Antonio Ordóñez.

Fermín Murillo, de Zaragoza, el 21 de abril de 1957, Chicuelo II le cedió la muerte del toro Bonito, de Miura, en presencia de Jaime Ostos.

Antonio Palacios, de Manchones, Zaragoza, el 13 de octubre de 1958, con el toro Rocío, de Villagodio, y el padrinazgo de Julio Aparicio y el testimonio de Gregorio Sánchez.

José Julio Venancio Antínez José Julio, de Portugal, el 11 de octubre de 1959 con el toro Bailaor, de Pío Tabernero, en presencia de Manuel Jiménez Chicuelo II y Gregorio Sánchez.

Manolo Bravo Relámpago, de Zaragoza, el 11 de octubre de 1960, toro Saltito, de Samuel Flores, y la compañía de Gregorio Sánchez y Diego Puerta.

Juan Teófilo Calleja Zarzuelo Juan Calleja, de Nava del Rey, Valladolid, el 25 de octubre de 1964, con Pepe Osuna y el mexicano Guillermo Sandoval y toros de García Barroso.

José Luis Bernal Rodríguez Capillé, sevillano, el 11 de octubre de 1967, toro Zapatillero, de Carlos Urquijo, y el padrinazgo de Andrés Hernando y la presencia de Manuel Benítez El Cordobés.

Vicente Linares, de Palma del Río, Córdoba, el 11 de octubre de 1969, toros de Samuel Flores y Dámaso Gómez y José Fuentes en el paseíllo.

Jesús Gómez El Alba, de Albalate del Arzobispo, Teruel, el 10 de mayo de 1970 con el toro Secretario, del Conde de la Corte, y Miguel Márquez y Ángel Teruel.

Raúl Aranda, de Almazora, Castellón, el 23 de mayo de 1971, toros del Conde de la Corte, Palomo Linares y Miguel Márquez en el cartel.

Miguel Peropadre Cinco Villas, de Ejea de los Caballeros, Zaragoza, el 11 de octubre de 1972, con el toro Cubeto, de Diego Puerta, y Francisco Rivera Paquirri, padrino, y Dámaso González, testigo.

Álvaro Antonio Laurín Salazar Álvaro Laurín, de Bogotá, Colombia, el 12 de octubre de 1973 con el toro Tamborero, de Martínez Elizondo, y al amparo de Diego Puerta y Palomo Linares.

José Ortega Cano, de Cartagena, Murcia, el 12 de octubre de 1974, toro Pedillero de Osborne que le cedió José María Dols Manzanares en presencia de Paco Bautista.

Luis Francisco Esplá, de Alicante, el 23 de mayo de 1976, toro Desorejado, de Manuel Benítez Pérez, al amparo de Paco Camino y Pedro Gutiérrez Moya Niño de la Capea.

Justo Benítez García, de Utrillas (Teruel, pero hay quienes aseguran que nació en Chillón, en la provincia de Ciudad Real), el 12 de octubre de 1976, toro Langosto, de Antonio Pérez de San Fernando, y acompañado en el paseíllo por Raúl Aranda y Luis Francisco Esplá.

Enrique González Berrozpe El Bayas, de Tarazona de Aragón, el 19 de junio de 1982. José Fuentes le cedió el toro Garzo, de José Murube, en presencia de Miguel Peropadre.

Roberto Bermejo Santamaría, de Pau (Francia), el 11 de octubre de 1984, toro Borracho de AP, Dámaso González y Ortega Cano.

Raúl Gracia Herrera El Tato, de Zaragoza, el 7 de octubre de 1992, toro Camarito, de Baltasar Ibán, y escoltado en el paseíllo por Niño de la Capea y Ortega Cano.

Ricardo Aguín Ochoa El Molinero, de París, el 4 de julio de 1993, toro Sorpreso, de Los Guateles, y el mexicano Miguel Espinosa Armillita y José Miguel Arroyo 
 .
Jesús Millán Cambra, de Zaragoza, el 12 de octubre de 1999, toro Jactancioso, de El Torero, con Enrique Ponce de padrino y Julián López El Juli, testigo.

Ricardo Altismasveres Ricardo Torres, de Zaragoza, el 21 de abril de 2001, toro Trapero de Jandilla y Juan Antonio Ruiz Espartaco y Julián López El Juli.

Luis Antonio Gaspar Paulita, de Alagón, Zaragoza, el 11 de octubre de 2001, toro Pocalluvia, de Torrestrella, con José Miguel Arroyo Joselito y Enrique Ponce.

Paúl Abadía Serranito, de Zaragoza, el 12 de octubre de 2004, el toro Bonito, de Fraile Mazas, y Ponce y Manzanares hijo completando cartel. Daniel Cuevas, de Alagón, Zaragoza, el 19 de octubre de 2008, toro Bohemio, de Guadalest, que le cedió Manolo Sánchez en presencia de Eugenio de Mora.

En total, desde Faíco al día de hoy, treinta y cinco alternativas concedidas en la plaza de toros de Zaragoza. Faltán en esta lista, al margen de los toreros aragoneses del primer tercio del siglo XX, otros que se doctoraron en otras plazas como Ángel Agudo El Greco que lo hizo en Ejea de los Caballeros en 1961, Abilio Langa Pelegrín Aragonés, en Barcelona en 1966, Juan Ramos, en la misma plaza en 1977, José María Rudiez Capapey, de Villanueva de Gállego, en Torremolinos en 1971, Luis Millán El Teruel, en su ciudad natal en 1973, Paco Vallejo, en Tarazona en 1990, Carlos Sánchez Zapaterito, en Teruel, los Luna, Tomás y Diego, en Huesca, donde también tomaron la alternativa Jesús Gracia, de Escatrón, en 1953, y Raúl Zorita, el 10 de agosto de 1988, que, aunque nacido en San Sebastián, se considera aragonés, casos parecidos a los de Mari Paz Vega, malagueña, y Juan Calleja, vallisotelano, y distinto del de Francisco Gabriel Pericás que, aunque nació en Zaragoza, tomó la alternativa en Palma de Mallorca en 1971 y se siente mallorquín; Carlos Gallego, en Alcañiz en 2009; Alberto Álvarez, en Ejea de los Caballeros el 7 de septiembre de 2003; Iván García Langa, de Sabiñán, en Calatayud en 2008; lo mismo que Imanol Sánchez, de Pedrola, el 9 de septiembre de 2013, o el valenciano Sergio Cerezos, que tomó la alternativa en Teruel en 2010. En total, alguno más del medio centenar de matadores de toros aragoneses con los casos discutibles de Silvino Zafón Niño de la Estrella, Barcelona, 13 o 16 de mayo de 1937, Antonio Giménez Faraón, 16 de agosto de ese mismo año en la misma plaza, y la de Paco Bernad, el 7 de octubre de 1945, en Nimes, o la de Gabardito, en Lima el 15 de diciembre de 1907, y la de Pedro Lázaro Obón. en Caracas el 20 de noviembre de 1931. La relación es casi un listín de teléfonos, pero he querido aprovechar la ocasión del 250 aniversario de la inauguración del coso de don Ramón Pignatelli para dar testimonio de los muchos aragoneses y asimilados que alcanzaron el digno título de matadores de toros. Curiosos los casos de Raúl Aranda que nació en Almazora, Castellón, Roberto Bermejo que lo hizo en Pau, Francia, y El Molinero que vino al mundo nada más y nada menos que en  su capital, París, y a los tres se les considera aragoneses de pura cepa, de Alcalá de Moncayo el primero, de Sádaba el segundo y de Casetas el tercero . Puede que así, en su conjunto y con su detalle, sea la primera vez que se dé a la luz esta lista. El parto, la verdad, ha sido trabajoso pero sin dolor. Al revés, placentero. Espero que lo sea también, al tiempo que provechoso, para sus lectores. ¡Loado sea el Señor!