domingo, 23 de septiembre de 2018

TOROS EN ZARAGOZA (I)




La cosa estaba muy complicada: la  burocracia y  los egoísmos estuvieron a punto de celebrar con los anti-taurinos el centenario de la “gripe española” que dejó sin festejos a la plaza que construyó don Ramón Pignatelli y que ese año de 1918 iba a verse embellecida y aumentada de capacidad por el arquitecto Miguel Ángel Navarro y por la fuerza popular del enfrentamiento novilleril entre Herrerín y Ballesteros, que no pudieron conocer el coso remozado puesto que Herrerín murió en una novillada en San Roque, Cádiz, y Ballesteros en una corrida en Madrid, al año siguiente de tomar la alternativa en la capital de España. Hoy la tragedia se convertía en farsa burlesca y los animalistas se relamían de gusto a las puertas y verjas de la plaza cerradas con cerrojos y candados. Se solucionó el tema con la lógica solución judicial de permitir a los empresarios designados llevar a cabo su función de tales empresarios. Unos empresarios que pensarían que, dada la premura del acontecimiento, la dificultad innata de feria de final de temporada y que las cornadas donde más duelen es en la cartera (Domingo Dominguín, padre) hubieran procurado organizar una alambicada feria a la antigua usanza, con tres o cuatro festejos y la crema de la torería andante. Algo de altruismo y añejo romanticismo habrá que adjudicarles a los señores Mena, Fontecha y su avalador Zúñiga puesto que han montado un abono de temporada con una docena de festejos (8 corridas de toros, 1 de rejones y 3 novilladas) en dos semanas, las que van del 29 de septiembre al 14 de octubre. Los dos festejos septembrinos y sanmigueleros, novillada y corrida-concurso de ganaderías, dos últimos días de este mes; la Feria del Pilar, del 5 de octubre a ese 14 final.
En la primera novillada se lidiaran reses de Aurelio Hernando, de Colmenar Viejo, la tierra de los toros de Martínez, predilectos de José Gómez “Gallito”, de Luis Fernández Salcedo, el mejor y más pródigo panegirista del toro bravo, “Los Cuentos del Viejo Mayoral”, de los hermanos Bollaín, Adolfo, “Litri, no; Aparicio, si”, y el más belmontista de los belmontistas que en el Mundo han sido, Luis, notario en Sevilla y Aleas, ganadero famoso y secretario de la Unión Nacional de Ganaderos de Reses Bravas. Y Agapito García “Serranito”, matador de toros en los años 60 del siglo pasado. El ganadero Hernando está por los toros veragüeños  en su finca de Colmenar y Sota del Real y se dan con asiduidad animales jaboneros, entrepelados o berrendos. A la de Veragua le añadió sangre de Juan Pedro Domecq, que todo el mundo sabe que tiene por hierro la V cornada del Sr. Duque de Veragua. A esos novillos de tan distinguida alcurnia se enfrentarán Miguel Cuartero, aragonés de Zaragoza, una década en el escalafón de novilleros con picadores, el madrileño Rafael González y el salmantino David Salvador, de La Fuente de San Esteban, paisano de Paco Pallarés. Puede, no estoy seguro, que esta novillada picada sea la primera que se celebra este año en territorio aragonés. Una pena. La corrida del día 30 de septiembre es la del concurso de ganaderías, con los siguientes hierros: el de Manuela Agustina López Flores, de la casta jijona, madre del también ganadero Samuel Flores; Prieto de la Cal, más de Veragua; Benítez Cubero, de Marchena, Sevilla, Vistahermosa del cura Hidalgo; Peñajara, de Baltasar Ibán, que acaba lidiar una brava corrida en Arlés; San Martín, de los santacolomas del mexicano José Chafick y el de Pedraja de Yeltes, Villar de Salustiano Galache y Caridad Cobaleda. Variedad de encastes, plaza pintada como una pista de baloncesto y tres toreros que suenan por sus virtudes y por su entrega de cada día: Octavio Chacón y los sevillanos Manuel Escribano y Pepe Moral.
El día 5 de octubre empieza el Pilar con otro novillada, esta de Los Maños, los nacidos de los santacolomas de Mayoral y ganada su antigüedad en Madrid hace unos días. Los lidiaran en festejo internacional el portugués Joao Silva “Juanito”, el francés Adrián Salenc, de Nimes, y el español Alejandro Mora, sobrino de Juan Mora y nieto de “Mirabeleño”, torero de los 50 del siglo pasado, ganadero y empresario. Y la tercera novillada tendrá lugar el 9 de octubre, dentro del ciclo pilarista, con novillos de El Parralejo, divisa puesta de moda en San Sebastián  y Bilbao y origen de Jandilla y Fuente Ymbro, con el madrileño Pablo Mora, triunfador de las nocturnas de Las Ventas, el madrileño Francisco Manuel, hijo del venezolano Manuel Fuentes, matador de toros y subalterno que se quedó a vivir en España hace cuarenta años, que ha ganado estos días los galardones al triunfador en Villaseca de la Sagra y Arganda del Rey, y el salmantino Manuel Francisco Sánchez, que se anuncia en los carteles como Francisco Diosleguarde, que es como se conocía en otros tiempos su pueblo natal de la diócesis de Ciudad Rodrigo, Dios le Guarde. Luego está la corrida de rejones del día 7 de octubre, en la que es de notar la ausencia de Pablo Hermoso de Mendoza y la presencia de Diego Ventura, el primer rejoneador que corta un rabo en Madrid, y al que acompañan el portugués Rui Fernandes y el alicantino Andy Cartagena. Los toros, de los Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, sucesores de los Coquilla y los Sepúlveda de Sánchez Fabrés, de Salamanca.

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