domingo, 23 de septiembre de 2018

TOROS EN ZARAGOZA (II)




La primera corrida de toros de esta Feria del Pilar de 2018 es el día 6 de octubre y con toros de Montalvo. María Montalvo de Pérez Tabernero, don Antonio, ganadería que pasó a  manos de su hijo Juan Mari y luego a su nieto Juan Ignacio, actual propietario que ha luchado lo indecible para recuperar la buena fama de sus antecesores y con cruces con reses de Juan Pedro Domecq, Zalduendo y Daniel Ruiz ha conseguido entrar en el gran mercado del toro bravo. Y esta corrida servirá para el adiós del francés Juan Bautista aunque anuncie que al año que viene actuará en la corrida goyesca de Arlés. Zaragoza es plaza propicia para las despedidas y lo fue principalmente de los dos primeros Califas del toreo, de Rafael Molina “Lagartijo” en una de sus cinco corridas en solitario (Madrid, Valencia, Zaragoza, Barcelona y Bilbao) y la de Rafael Guerra “Guerrita”, al final del siglo XIX cuando sentenció “No me voy, me echan”. Eran otros tiempos. A Bautista le acompañan en el cartel el extremeño José Garrido y el toledano Álvaro Lorenzo, que en Ejea de los Caballeros ha reconfortado mi rincón del alma donde guardo mi incensario artístico. Pepe Luis, don Antonio, Curro, Rafael o el de la Puebla. Muchos más, pero no quiero alargarme. Y que conste que desde otros lugares me han llegado rumores de que Lorenzo puede ser “el mesías del pellizco”. ¡Ojalá así sea!
El día 8 de octubre, toros de El Pilar, Alicio Cobaleda a su hija Eusebia, esposa de García Fonseca, a su hijo José Luis García Cobaleda y venta a Moises y Pilar Fraile que añadieron vacas y sementales de Matías Bernardos, más conocido por “El Raboso”. Y con estos toros, tres aragoneses: Ricardo Torres, Alberto Álvarez e Imanol Sánchez. Puede que las dificultades de su encaje en los diversos carteles haya propiciado este ensayo de los empresarios a la espera del favor de sus paisanos. Así sea.
El día 10 de octubre, toros de los hermanos García Jiménez y su madre, Olga Jiménez, los Matilla de este mundillo torero, procedencia de Jandilla, para David Fandila “El Fandi”, todo terreno, López Simón y otro artista ya confirmado a nivel nacional, Ginés Marín. El día 11, toros de Adolfo Martín, del mismo origen que los de Victorino, Escudero Calvo, los saltillos de Albaserrada, para el depurado Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Jiménez Fortes, hijo de la torera malagueña del mismo apellido y con una probada valentía y acreditada mejora técnica. De casta le viene al galgo.
Antes, hasta los años 50 del siglo pasado, no había corrida el día 12, el de la Virgen del Pilar. Se dedicaba a la celebración religiosa y familiar. Hoy “hay gente pa´ to” Y desde luego el cartel de este día lo merece. La conjunción de dos excelentes ganaderos del pasado, Lisardo Sánchez, de Botoa, y Atanasio Fernández, Salamanca (favorito de don Antonio Ordóñez, con cuyos productos creó su ganadería). Son los toros de Puerto de San Lorenzo.  A estos toros enfrentarán, es un decir, el toro no es el enemigo del torero, Enrique Ponce, que tiene bien probada su maestría y su pervivencia en la cumbre, único caso en la Historia del Toreo, Diego Urdiales, bendecido por el pontífice de Camas, y la repetición de Miguel Ángel Perera, el único diestro que repite actuación en esta Feria.
El día 13, Julián López “El Juli” en su decimocuarto paseíllo en solitario, segundo en la plaza de Zaragoza. El anterior fue el 11 de octubre de 2003  y como en casi todas sus tardes como único matador lidió seis toros de distintas ganaderías y cortó cuatro orejas, dos en un toro y salió a hombros. En esta ocasión repite sólo con la divisa de Parladé, suma un toro de Nuñez del Cuvillo, otro de Puerto de San Lorenzo, uno de sus favoritos de Garcigrande y dos novedades, Alcurrucén, en una gran temporada, y, sobre todo, un toro de Los Maños, el de los santacolomas de Mayoral, prueba importante para los ganaderos de Luesia porque importante es que un torero de la alcurnia de Julián mida sus fuerzas con un producto de su casa. Y que el toro dé el trapío que a muchos de su casta les falta. En aquellos tiempos, en esos en los que sueño grandezas de las ganaderías aragonesas, a nuestros toros les ponían esas pegas de  tener poco presencia, finos de cabos, enjutos pero revoltosos y picantes. Eso se dice de los de Santa Coloma, a los que entendía a las mil maravillas un torero de época, Paco Camino. Torero con el capote, torero con la muleta y uno de los mejores con la espada. ¿El otro? Rafael Ortega, de la Isla de San Fernando. A estas alturas pretendo pasar por un buen aficionado y estoy de acuerdo que ese, el buen aficionado, es al que le caben más toreros en su cabeza.
Bueno, bueno … Para remate de la feria se preparan seis toros de Núñez del Cuvillo (Osborne Domecq, Salayero y Bandrés y Juan Pedro) para El Pirata que nació una ¿aciaga? tarde zaragozana, Juan José Padilla arropado por dos figuras de la categoría de José Mari Manzanares y Alejandro Talavante, dos toreros importantes que pondrán remate de oro a una temporada no muy propicia. Dicen que lo afirmaba Guerrita: “No es lo bien empezao, sí lo bien arrematao”. Media verónica y me escondo en el burladero para disimular que no tengo fuerzas para más. Suerte, toreros, ganaderos, empresarios y espectadores. Hay toros en las fiestas del Pilar. ¡Alabado sea el Señor! Hace poco leí que un señor no creía en Dios porque las moscas volaban y él no. Y yo creo, entre otras razones, porque Dios no me hizo mosca.

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